Los de Siena y un sueño cumplido

Martín y Nacho, padre e hijo, jugaron juntos en el triunfo de la Pre contra Uni

January 3, 2014 / 5

Los 24 años de distancia entre Martín (42) e Ignacio (18), seguramente generen muchas diferencias en cuanto a gustos, costumbres y formas de ver la vida. Pero la pasión por el rugby la comparten. Y el sábado, en la victoria de la Pre Intermedia de Sporting sobre Universitario por 59-12, jugaron juntos. Padre e hijo cumplieron un sueño.

El papá lo hizo de segunda línea y el pibe de hooker. "Sabía que podía pasar porque generalmente en la Pre se piden jugadores de M19 cuando hay muchas bajas. El año pasado sucedió muchas veces aunque no se pudo dar. Este año estaba esperando ese momento", contó Martín, quien empezó a jugar en Sporting a los 14 años, empujado por Carlos Álvarez Corona, su primer entrenador, a quien conoció en el Instituto Peralta Ramos.

"Nacho", integrante del Seleccionado M18 de la Unión de Rugby de Mar del Plata que fue tercero en el Campeonato Argentino el año pasado, dijo: "yo también sabía que podía pasar ya que en la Pre necesitan muchas veces a jugadores y subimos los de M19. Lo que no creía era que pudiera ser tan pronto, pensaba que se podía dar pero más sobre el final del año".

- ¿Qué sintieron?

- Nacho: Estuvo muy bueno compartir la cancha, el vestuario y las charlas de entretiempo y final del partido. Fue una experiencia única.

- Martín: Lo que más me gustó fue compartir el vestuario, aunque ya cuando salimos de casa fuimos juntos para la cancha e íbamos hablando del partido, de lo que íbamos a hacer, del plan de juego y del line. Él ya sabía lo que tenía que hacer porque las pautas son bastante similares. Algo muy fuerte fue lo de la ronda antes de entrar.

Más allá de que había una gran parte de la familia de Sporting mirando el partido de visitante frente a Uni, fue especial la presencia de Fernanda, esposa y mamá, y Juan Martín y Federico, hijos y hermanos. "Estaban contentos todos y por suerte nos fueron a ver. Se arreglaron los tiempos porque los otros hermanos tenían entrenamiento en la Villa Marista pero pudieron llegar", coincidieron los de Siena.

- ¿Los gastaron mucho?

- Nacho: Muchos amigos de él me decían que era una señal para que cuelgue los botines y se deje de joder (risas). Hubo muchos chistes.

¿Cómo juega el nene?

- Martín: Creo que es un buen jugador, trato de ser objetivo aunque sea difícil. Está en desarrollo, hace muchas cosas bien pero tiene muchas otras por aprender.

- ¿Y el viejo?

- Nacho: Bien, para la edad que tiene está muy bien físicamente y corre a la par de los pibes.

- ¿Algún veterano del club te dijo que el pibe tenía cosas tuyas?

- Martín: No, la verdad es que me cargan porque dicen que mi hijo juega mejor que yo y que no se parece en nada, ni en la forma de correr (risas).

- Ya cumplieron el sueño de jugar juntos. ¿Y ahora qué?

- Nacho: Yo quiero que le vaya bien a la M19, que podamos llegar lo más alto posible y crecer como jugador.

- Martín: Yo estoy para seguir aportándole a la Pre en lo que me necesiten los entrenadores. Con respecto a Nacho, ojalá podamos volver a jugar juntos. Si no se da, no pasa nada, él tiene que hacer su camino. Si podemos hacerlo otra vez, bienvenido sea.

- ¿Cómo es la relación padre-hijo en cuanto al juego? ¿Sos de estar muy encima?

- Martín: Soy un padre de esos que acompañan, lo hice desde que era chiquito. También le fui aportando cosas que yo sabía, intentando que fuera mejorando, dándole consejos y hablando sobre las cosas que le faltaban para que creciera como jugador.

- ¿Tu viejo miente mucho, poquito o nada?

- Nada. Es de darme consejos pero lo justo y necesario, no es de esos hincha pelotas. Me sirve para seguir mejorando día a día. En el partido por suerte salió todo bien y no me tuvo que decir nada.