Los pilares del crecimiento

Para llegar a ser el club con más jugadores en Infantiles de toda la Unión de Rugby de Mar del Plata, en Sporting se hizo un trabajo a largo plazo en el que participó y participa mucha gente. La división de tareas y la buena organización fueron, son y serán los pilares. Hoy le toca a Daniel García, Juan García Navarro, Sergio Palomo y Pablo Valencia Leoz ser los referentes de ese trabajo con los más pequeños.

Captación, atención y formación como principales ejes. Mientras dos de ellos brindaban un panorama del presente y del futuro, en una mañana de sábado, el resto trabajaba y organizaba, toda una muestra de cómo funciona una estructura exitosa. "Gracias a Dios el club sigue creciendo año a año, cada vez vamos fichando más chicos en Infantiles y eso se refleja en los Encuentros, ya que llevamos siempre alrededor de 220 jugadores. Tenemos un lindo promedio, sobre todo en Escuelita, que son M5, M6 y M7 y hay entre 50 y 60 chicos", manifestó Palomo.

"Estamos muy conformes con el trabajo de los entrenadores, que son los que contagian y tientan a otros chicos para que se sumen. Tratamos de que se capaciten, porque el rugby avanza minuto a minuto y necesitamos que los chicos reciban la mejor educación y se encuentren cómodos", agregó el popular "Madera".

- ¿Cómo trabajan en la captación?

- Pablo Valencia Leoz: Nosotros tenemos talleres y trabajamos con los colegios. Los miércoles lo hacemos con el Peralta Ramos, también el Northern Hills y en el gimasio La Redonda, de Bernardo de Irigoyen 3845, donde también hay hockey. También es importante el boca a boca, el nombre y la historia del club y además hay varios "profes" que trabajan el colegios y nos suman chicos. Nos eligen porque ven que el club está trabajando muy bien desde hace 10 años. Contamos con un grupo de entrenadores capacitados y profesores de educación física.

- Para formar y contener a tantos chicos, es importante que haya muchos y buenos entrenadores. ¿Cuántos hay?

- SP: Tenemos un plantel de 50 personas entre entrenadores y managers, hay 6 o 7 personas trabajando en cada división. Lo bueno es que muchos son exjugadores que llegaron hasta el plantel superior. Eso nos da orgullo por el sentido de pertenencia que se transmite a los chicos. Hay una continuidad. Nosotros tratamos de forjar a la persona y después al jugador. La gente trae a los chicos para que fortalezcamos su educación. Hay muchos que corrigen sus actitudes y conductas durante un año y los padres nos felicitan.

- Y de los que no son entrenadores, ¿cuánta gente más trabaja para los pibes?

- PVL: Mucha. Hay padres, madres, abuelos. Por ejemplo, la M14 se va a Salta para la Gira Federal y todos trabajan durante el año anterior para solventarla. Cobro de entradas, fiestas, eventos y venta de café y torta. La idea no es que los padres "banquen" todo el viaje, también está bueno que los chicos los vean trabajar. Lo bueno es "hacer club" en familia. Si el sábado te pasaste todo el día en el club con tus pibes, y te vieron laburar en la parrilla, vender torta o cobrar entrada, se va creando ese sentido de pertenencia.

- SP: También hay papás que son médicos y nos ayudan en los Encuentros. Tratamos de que sea todo en familia.

- ¿Cómo ven el futuro?

- SP: Es enorme, esto no tiene techo. De hecho, el club emprendió el proyecto del barrio privado en Rumencó Joven para buscar otro espacio físico que nos permita desarrollar mejor las actividades. Tenemos una excelente relación con los Hermanos Maristas y estamos agradecidos por lo que pudimos forjar en la Villa. Siempre nos dieron nuestro lugar y nos sentimos como en casa, pero el proyecto nuevo nos va a dar más comodidades para los chicos y los entrenadores. Además, vamos a tener más jugadores de los barrios del sur. Estamos muy contentos por lo que se viene. Los proyectos para el futuro son interesantes y estamos preparados.

- PVL: Me veo siempre dejando la estela como los barcos, marcando el rumbo. Hoy me toca hacer una cosa y en el futuro haré otra, veré a mis hijos más grandes y también seguramente a mis nietos. Lo de Rumencó es muy auspicioso. Es un eje norte - sur que marcó la Comisión Directiva y es una manera de no estar limitados en el espacio físico. Villa Marista es nuestra casa central y va a seguir siéndolo, también tenemos el gimnasio en Larrea 2055 y en el futuro inmediato estaremos en el sur. Ya empezaron las obras y si Dios quiere el año que viene iniciaremos algunas actividades. La zona sur necesita que estemos más presentes porque es mucha la gente, los socios y los jugadores que viven allá.