Pizzolo: "Tenemos que mejorar la obtención"

El capitán analizó la primera rueda del equipo y alertó sobre lo que se debe perfeccionar de cara al choque de cuartos con Los Tordos

January 3, 2014 / 5

Sporting cerró una primera fase del Nacional de Clubes B muy buena. En la Zona 2, ganó cinco partidos y perdió uno, sumando 21 puntos y clasificando primero, delante de Lomas Athletic de la poderosa URBA, Old Boys de Uruguay y Palermo Bajo de Córdoba. Con sus buenos rendimientos y resultados, el equipo marplatense se ubicó entre los mejores 20 equipos del país, en el puesto 19, debajo de los 16 del segmento A del certamen organizado por la Unión Argentina de Rugby, y de Regatas de Bella Vista y el CASI, los únicos dos que quedaron por encima en el B.

El próximo escollo será Los Tordos de Mendoza en casa. A diferencia de lo ocurrido en la Zona, donde había chances todos los sábados, será un mano a mano por el pase a semifinales y el que pierda quedará en el camino. Por eso, los problemas en el line y el scrum mostrados en último tramo de la clasificación, deben ser corregidos. "Creo que no entrenamos con la misma mentalidad que lo hicimos para los primeros partidos y lo sentimos. Dimos un paso atrás y es lo que hay que trabajar estas tres semanas para llegar de la mejor manera", alertó el capitán, Leandro Pizzolo.

Además, quien volvió a tener esa responsabilidad luego de tres años, comentó que el rendimiento del equipo en la parte clasificatoria "me sorprendió, más que nada la posición, o el hecho de encontrarnos punteros durante toda la etapa. No porque no nos creíamos capaces, sino porque sabíamos que era un torneo duro y que sería complicado".

El camino en la actual edición del Nacional de Clubes B se inició el 10 de marzo, con un claro 49-26 sobre Lomas de visitante. "Ese arranque valió un montón, porque fue inesperado. No porque ganamos, pero sí por cómo lo hicimos. A los 20 minutos ya estábamos cuatro tries arriba y eso no lo esperaba ni el más optimista. Sacamos ese partido adelante y nos dio un montón de tranquilidad y los otros los jugamos con otra cabeza. Ese era supuestamente el rival más duro y lo superamos de visitante", comentó el hooker del equipo que atraviesa un gran presente y que buscará confirmarlo cuando el sábado 5 de mayo reciba a Los Tordos de Mendoza para meterse en semifinales.

- Haber ganado en Buenos Aires les dio tranquilidad pero lograron no relajarse.

- Claro. Lo primero que dijimos era que no nos podíamos quedar con eso, porque no habíamos logrado nada. Habíamos ganado un partido muy difícil, pero si nos conformábamos con eso íbamos a ser unos mediocres. Entonces jugamos todos los partidos con la cabeza puesta en salir a ganar.

- Otra muestra de confianza la dieron contra Palermo Bajo de local, cuando jugaron un tiempo y medio con 14.

- Ahí jugó mucho la confianza que tiene el equipo. Después de ganar en Lomas viajamos a Uruguay y también ganamos, entonces cuando jugamos con Palermo Bajo de local y sufrimos una expulsión a los 20 minutos, nunca pensamos que no íbamos a poder sacarlo adelante. Estuvimos siempre arriba en el partido y ahí salió al rescate nuestra defensa, que creo que fue muy buena en esos tres primeros partidos.

- ¿Construyeron una confianza que les permitió saber que ganarían antes de empezar a jugar?

- Puede ser. Creo que se fue dando. La confianza hoy en día nos la da la defensa, saber que tenemos una muy buena y trabajamos mucho. No sé si es tan ordenada, pero sí fuerte y nos hace sólidos. También este año nos propusimos mejorar el ataque, que era una deuda que traíamos. Con esa base, y a medida que se dieron los resultados, la cabeza fue jugando a favor y además no teníamos tanta presión. En la segunda ronda la tuvieron los rivales y no nosotros. Eso también creo que nos llevó a relajarnos, sobre todo en ataque, porque en los últimos partidos no nos salió como en los primeros.

- También fueron prácticos por momentos, para sumar aún sin poder ser superiores en el juego.

- Fuimos muy oportunistas en los momentos que teníamos que serlo. Cuando no nos salía nuestra propuesta, hubo varios jugadores que se iluminaron y mucho tuvo que ver la presión defensiva. También tuvimos una cuota de suerte en varias jugadas para sacar adelante algunos partidos. Lo que a veces faltó de juego lo suplimos con presión y oportunismo.

- Sufrieron muchas lesiones pero mostraron un buen recambio. ¿En algún momento dudaron?

- No, pero perdimos muchos titulares y claves. Su ausencia se sintió pero aparecieron muchos jugadores, sobre todo en los tres cuartos, que a principio de año parecía que no estaban para este torneo pero rindieron muy bien. Teníamos que jugar con lo que fuera y la mentalidad era la misma.

- Se viene Los Tordos. ¿Qué no hay que repetir del único partido que perdieron en Córdoba?

- Lo peor que hicimos fue no confiar en lo que practicamos y querer hacer cualquier otra cosa que no estaba en el libreto. Por ahí, por desesperación y a medida que el resultado no se nos daba, empezó cada uno a hacer lo que quería y eso no sirve. Eso fue lo más preocupante. Te pueden salir las cosas o no, podés tener un mal día, pero lo que siempre pregonamos es seguir intentando, convencidos de la idea de juego. También tenemos que mejorar la obtención porque en los últimos dos partidos no la tuvimos, aunque sí pudimos hacer el plan defensivo de ir a presionar.

- ¿A qué se debieron los problemas en el line y el scrum?

- Una de las causas es que nos terminaron conociendo, pero creo que tiene que ver mucho más con falencias nuestras. Por ahí nos relajamos, y aunque no se vio en los resultados y en otras facetas del juego, en esa quedó evidenciado. Creo que no entrenamos con la misma mentalidad que lo hicimos para los primeros partidos y lo sentimos. Dimos un paso atrás y es lo que hay que trabajar estas tres semanas para llegar de la mejor manera.

- ¿Cómo se explica este buen presente de la Primera de Sporting?

- Son muchos factores. El recambio nos vino muy bien, no solo el de jugadores, también los que hubo en el staff de entrenadores. No me refiero al conocimiento, sino a los años. Fue mucho tiempo de trabajar de una manera en la que ya estábamos como saturados y necesitábamos un cambio de aire, por eso llegó Eduardo (Etcheto), aunque también nos hizo muy bien que Santiago (Plaza) siguiera. Tenemos una manera distinta de planificar y de hacer las cosas que a nosotros nos cayó bien. En cuanto al plantel, hubo una maduración también.

- ¿Qué significa ser capitán?

- Es una época distinta a la que viví cuando fui capitán por primera vez. Hay otra organización y otra estructura. A mí me había jugado una mala pasada el hecho de tener muchas tareas en ese momento. Ahora eso están mejor divididas y no las hace una sola persona, entonces eso me deja la cabeza más libre para enfocarme en otros aspectos importantes. Es un orgullo, está buenísimo, estoy muy agradecido porque tenía muchas ganas de volver a serlo. Obviamente que tenía miedo porque cuando lo fui en la anterior etapa bajé muchísimo mi rendimiento deportivo, pero esta vez me tomó con otra edad y otra cabeza.